Qué ocurre cuando la vejiga se llena

La vejiga es una especie de globo inflable. Dentro de ella se va almacenando la orina que los riñones le envían y su tamaño va creciendo a medida que sus paredes se estiran para recibir más y más orina. Pero cuando llega a cierto "tope" se "activa una alerta" en nuestro sistema nervioso que le envía un mensaje, breve y contundente, al cerebro: "Vejiga llena: Hora de ir al baño"

El sistema nervioso responde y le envía una orden a un músculo que envuelve tu vejiga como si fuera una bolsa: Es el músculo detrusor. Su función es contraerse (es decir, apretar, exprimir la vejiga). Volviendo al ejemplo del globo: Es como si tuvieras un globo inflado entre las manos y empezaras a apretarlo



Alerta amarilla

Luego de la primera contracción nuestro cerebro recibe un nuevo mensaje. Este mensaje es diferente al anterior porque es completamente consciente. Es decir, nos distrae, interrumpe nuestros pensamientos y nos obliga a decirnos a nosotros mismos: "Quiero orinar".

A pesar de la contracción, la orina no se ha "escapado". ¿Por qué? Porque algo está tapando el conducto de salida de la vejiga. Este conducto se llama uretra y conecta tu vejiga con el exterior del cuerpo (a través del pene en el caso del hombre y de la vagina en el caso de la mujer) . La uretra tiene una "compuerta" que se cierra e impide el paso de la orina hasta que tú, conscientemente, decides abrirla. Esa compuerta se llama esfínter uretral.

Volviendo al ejemplo del globo: La uretra es el extremo por donde se infló el globo y los esfínteres uretrales son el nudo que hiciste para que el aire no se escape.  



Alerta roja

Pero si bien podemos mantener cerrados los esfínteres uretrales un buen tiempo a los riñones "no les importa" que estés "sufriendo" y siguen enviando orina a la vejiga, inflándola cada vez más y haciendo que ésta emita nuevas alertas. Y el ciclo se repite y el músculo detrusor se vuelve a contraer una y otra vez. Son esos espasmos breves e intensos que sientes cuando tienes unas insoportables ganas de orinar. En esos momentos tu concentración se pierde por completo, puedes sentir escalofríos y hasta dolores de cabeza. La prioridad en tu mente ya es una sola: orinar. Si sigues así, llegará un momento en que por más que quieras evitarlo, las "compuertas" se abrirán (porque no soportan la presión) y pasarás un mal rato. No, la vejiga no reventará, pero los esfínteres cederán de todas maneras.

Pero incluso antes de llegar a esos extremos te estás haciendo daño. Ocurre que cada vez que orinamos el flujo arrastra hacia afuera del cuerpo las bacterias que existen en la uretra. Pero si nos mal acostumbramos a aguantar siempre la orina mucho tiempo esas bacterias tienen más tiempo para ingresar a la vejiga y producir infecciones (como cistitis). Estas infecciones, además, predisponen al organismo a desarrollar cálculos renales. 

Así que lo mejor es evitar estas situaciones. Tu cuerpo te avisa con suficiente tiempo para que vayas al baño. No lo hagas esperar demasiado ni abuses de sus límites. 

Sobre las infecciones urinarias puedes ver más información en el siguiente enlace. Clic aquí



Un artículo de contenidoweb.net para Clínica Urozen 


Comentarios

  1. Si se hace un lavado por medio de una sonda de 3 vías y no se tiene cuidado al inyectar el suero llevando este una burbuja de aire que problemas acarreara

    ResponderEliminar

Publicar un comentario