¿Por qué son más frecuentes los problemas urinarios en las mujeres que en los hombres?

Los recién nacidos varones suelen tener más problemas urinarios que las recién nacidas. Pero ya al año de edad se revierten los números. Y se calcula que un 5% de las adolescentes mujeres sufren de estos problemas frente a un porcentaje casi insignificante de los adolescentes. 

Pero en las sociedades urbanas como la nuestra, a partir de los 18-20 años, las diferencias se vuelven enormes: ¡Las infecciones urinarias femeninas son 50 veces más frecuentes que las de los varones! ¿Y por qué ocurre todo esto? ¿Cuál es la razón de tanta "injusticia"? La respuesta parece estar en la anatomía. 



Para dejarlo claro hay que entender primero que el sistema urinario consta, tanto en hombres y mujeres, principalmente de riñones (donde se filtra la sangre y se produce la orina), uréteres (los conductos que llevan la orina a la vejiga), vejiga (donde se almacena la orina hasta que nos "den ganas" de orinar) y la uretra (el conducto que sale de la vejiga y lleva la orina hacia el exterior del cuerpo). Estos órganos son semejantes en hombres y mujeres salvo el último de ellos: La uretra. 

En el caso de los hombres, el conducto de la uretra, para llegar al exterior del cuerpo, tiene que atravesar toda la longitud del pene. En cambio, en las mujeres, el conducto sale directamente a la zona vaginal. Por lo tanto la uretra es mucho más corta en las mujeres que en los hombres. 



¿Y qué tiene que ver la longitud de la uretra con la frecuencia de las infecciones? Pues aunque esa diferencia no es la única causa del problema, los especialistas están de acuerdo en que es una de las más relevantes. En una uretra más larga los gérmenes del exterior tienen que hacer un mayor esfuerzo e invertir más tiempo para llegar hasta la vejiga (donde se produce la mayoría de infecciones urinarias). Mientras lo hacen es posible que el hombre tenga que orinar más veces y, de esa manera, ayudar a "limpiar" parcialmente el camino o incluso empujar a los gérmenes más comunes hacia afuera (lo que no impide, hay que decirlo, que las enfermedades de transmisión sexual se desarrollen sin problemas). En cambio, en el caso de las mujeres el "camino" es mucho más corto. Dicho de otro modo. Una bacteria infecciosa llega más rápido a la vejjiga de una mujer que a la de un hombre. 

Otras causas

Pero como decíamos también hay otras causas que puedan ayudar a explicar por qué en el caso de las mujeres es más frecuente padecer de infecciones urinarias. Algunas son la exposición a bacterias que pueden residir en la zona vaginal, o el hecho que durante las relaciones sexuales se hayan generado microcontusiones en la salida de la uretra. También es importante la existencia de infecciones recurrentes (que no se curan o tratan la primera vez que aparecen y luego se vuelven crónicas) 

Consejos

¿Qué se puede hacer para disminuir el riego de contraer infecciones urinarias en las mujeres? Muchas cosas. Algunos ejemplos:


  • Procurar orinar poco después de las relaciones sexuales, 
  • Cuando se use papel higiénico SIEMPRE limpiar de adelante para atrás, sobre todo luego de ir al baño a evacuar (pues de lo contrario se pueden acercar bacterias que residen en el tracto digestivo a la zona vaginal),
  • tratar de usar ropa interior que seque rápido (pues la humedad y el calor favorece el desarrollo de hongos y bacterias),
  • en verano no mantener la ropa de baño mojada mucho tiempo sobre la zona íntima (por la razón anterior),
  • no usar ropa interior demasiado estrecha (que puede transferir con mayor facilidad las bacterias externas a la zona genital),
  • beber abundante agua, 
  • no aguantar demasiado tiempo las ganas de orinar (pues orinar, aunque no "desinfecta" la uretra, si ayuda a mantenerla más "limpia") etc. 




Un artículo de contenidoweb.net para Clínica Urozen 


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